Desde que se inició 2014, en Francia se han producido más de 3.000 robos en las explotaciones agrarias. Carburante, animales y equipos son los elementos que más robos han sufrido. Además del elevado número, lo más preocupante es la tendencia. Los robos se han incrementado en un 8,4% con respecto al mismo período del año anterior.

Por este motivo, y para hacer frente a la situación, Francia cuenta con un plan de acción de lucha contra el robo en las explotaciones agrícolas, que se fortaleció en febrero pasado, cuando Manuel Valls era entonces Ministro del Interior.

El Plan cuenta con tres ejes principales: la ejecución de los planes departamentales dedicados a la seguridad de la granja para desarrollar diagnósticos locales de prevención e intervención; el desarrollo de los medios específicos de investigación sobre estructuras criminales organizadas, incluso en el plano internacional y, finalmente, la implementación de nuevos sistemas y procedimientos de información y comunicación para simplificar la interacción con el mundo agrícola.

Los servicios de la policía cuentan con un sistema de policías referentes (hay dos por los departamentos) para proporcionar una respuesta rápida y cercana. También se ha movilizado el servicio científico de la policía.