La Comisión Europea está trabajando en unas normas de etiquetado de la carne fresca de ovino, que según la Interprofesión francesa del ganado y de las carnes (Interbev), no fomenta la transparencia del origen, a diferencia de las normas que en 2002 se establecieron para el vacuno. De acuerdo con dichas normas, en el etiquetado no habría que indicar donde la animal ha nacido.
Según Interbev, las normas que prepara la Comisión Europea recogen:
– Para la carne fresca de ovino, el etiquetaje debe mencionar el último país en el que el animal ha sido criado por un período de al menos, 2 meses, o si los 2 meses no se cumplen, el último país en el que el animal ha sido criado durante 15 días anteriores al sacrificio.
– Para la carne fresca picada, está prevista una derogación que permite etiquetar “criado y sacrificado en la UE/no en la UE”-
Para Interbev esta posibilidad es inaceptable, ya que demandan que en vacuno y ovino, tanto en carnes frescas como en ingredientes de platos preparados habría que indicar en el etiquetados donde el anímale de la que la carne procede, ha nacido, ha sido criado y sacrificado.
Además consideran que esta propuesta iría totalmente contradictoria con la obligación de la identificación individual de los ovinos y de la notificación de los movimientos de los animales.
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