¿Cuáles son los
objetivos de la UE en materia de energías renovables?
La
Directiva sobre energías renovables, adoptada en 2009,
establece, a este respecto, una serie de
objetivos obligatorios.
Se centra en conseguir, a más tardar en 2020, una
cuota del 20 % de energías
renovables en el consumo
total de energía de la UE. Cada Estado miembro ha de
alcanzar objetivos
individuales en cuanto al
porcentaje global de las fuentes renovables en el
consumo energético. Además, todos los Estados miembros
tienen que llegar a una
porcentaje del 10 % de energías renovables en el
transporte.
Esos objetivos pueden
alcanzarse aumentando el porcentaje correspondiente a la
energía procedente de fuentes renovables, en particular
las energías eólica (producida tanto en tierra como en
mar), solar (térmica, fotovoltaica y de concentración),
hidroeléctrica, mareomotriz, geotérmica y de la biomasa
(incluidos los biocombustibles y los biolíquidos). Con
los objetivos en materia de energías renovables se
aspira a reducir la contaminación y las emisiones de
gases de efecto invernadero, así como los costes de
producción de energías renovables, y a diversificar
nuestro abastecimiento energético limitando nuestra
dependencia del petróleo y del gas.
¿Qué finalidad tiene el
informe de avance sobre la energía procedente de fuentes
renovables?
Conforme a los requisitos de información previstos en la
Directiva de Energías Renovables, los informes de esta
serie deben presentarse cada dos años. Su finalidad es
evaluar los avances
realizados por los Estados miembros en el fomento y
utilización de energías renovables
hacia la consecución de los objetivos de 2020. También
contiene una serie de capítulos sobre el
régimen de sostenibilidad para los
biocombustibles y biolíquidos consumidos en la UE
y sobre los impactos económico, social y medioambiental
de ese consumo.
¿Cuál es la situación
de la UE en relación con las energías renovables?
La
adopción del marco político
actual de objetivos legalmente vinculantes ha propiciado
un fuerte aumento de esas energías.
Los datos más recientes de Eurostat indican que la UE y
la mayoría de sus Estados miembros están bien
encaminados para conseguir las metas de 2020. En 2010,
el porcentaje correspondiente a las energías renovables
en la UE era un 12,7 %, y la mayoría de los Estados
miembros ya habían alcanzado el objetivo intermedio para
2011-2012 previsto en la Directiva. En cuanto a los
criterios de sostenibilidad de la UE, se considera que
los Estados miembros están
aplicando con demasiada lentitud el régimen para los
biocombustibles. Hoy por hoy,
los posibles impactos
negativos del consumo de biocombustibles en la UE no
requieren una intervención política específica.
¿Conseguirá la UE
alcanzar las metas de 2020?
Aunque
hasta 2010 se realizaron avances, hay motivos de
preocupación de cara al futuro:
La transposición de la Directiva ha sido más lenta de lo
deseado, debido también a la actual crisis económica que
atraviesa Europa. La trayectoria indicativa para el
cumplimiento de los objetivos finales tiene una
pendiente cada vez más acusada y, por esa razón, la
mayoría de los Estados miembros van a tener que hacer en
realidad más esfuerzos en los próximos años. Las
políticas actuales no van a ser suficientes para activar
el necesario despliegue de las energías renovables en la
mayoría de los Estados miembros.
Por consiguiente, los Estados
miembros van a tener que adoptar medidas suplementarias
para mantener el rumbo hacia la realización de sus
objetivos.
¿Qué debe hacerse para
alcanzar los objetivos de 2020?
Los
Estados miembros deben
finalizar la transposición de la Directiva de Energías
Renovables lo antes posible y
redoblar esfuerzos para eliminar los obstáculos que se
oponen a la generalización de las energías renovables
mediante:
-
la
adopción de medidas para
reducir los retrasos y las cargas administrativas; -
el
desarrollo de la red eléctrica y una mayor
integración de las energías renovables en el mercado; -
el
aumento de la estabilidad y la transparencia de los
regímenes de ayudas, así como de su rentabilidad y
su orientación al mercado.
Las orientaciones que va a
publicar la Comisión sobre regímenes de ayudas y la
reforma prevista para este año tienen por objeto
garantizar la rentabilidad de esas ayudas y contribuyen
a integrar la producción de energías renovables en el
mercado de la energía.
¿Cuáles van a ser las
consecuencias para Europa si no conseguimos realizar los
objetivos de 2020?
Si no se logran los
objetivos para 2020 en materia de energías renovables,
las consecuencias para la UE van a ser considerables. En
primer lugar, el fuerte desarrollo de las energías
renovables es una condición importante para la
transición hacia una economía hipocarbónica de aquí a
2050. A este respecto, la presente década va a ser
fundamental para encauzar Europa en la buena dirección,
ya que las inversiones que se decidan hoy afectarán al
sector de la energía en los próximos treinta años. En
segundo lugar, si no se alcanzan esas metas, se frenarán
los avances en la consecución de los tres objetivos de
la política energética de la UE: seguiremos dependiendo
enormemente de los combustibles fósiles, lo que pondrá
en peligro la realización de los objetivos de «seguridad
de abastecimiento» y de «energía sostenible». Es más, un
despliegue insuficiente de varias tecnologías de
energías renovables impediría reducir convenientemente
los costes de producción y, por ende, obstaculizaría la
contribución de la energía renovable a la competitividad
de la UE. Por último, podrían abrirse procedimientos de
infracción contra los Estados miembros que no realizaran
los objetivos nacionales obligatorios.
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