Bulgaria es el último país que ha decidido unirse al grupo, de ya 15 países, que apoyan que se mantengan los derechos de plantación de viñedo después de 2015. El grupo, constituido por Francia, Alemania, Italia, Chipre, Luxemburgo, Austria, Hungría, Portugal, Rumania, España, República Checa, Grecia, Eslovaquia, Eslovenia y Bulgaria todavía no cuenta con la mayoría cualificada precisa (255 votos) para poder prorrogar el sistema de derechos.

Otros países con sensibilidad vitícola, como Bélgica (12 votos) y Polonia (27 votos) podrían ser los que hicieran girar la balanza, la Asamblea de Regiones Europeas Vitícolas (AREV).

Los eurodiputados ya pidieron el mantenimiento de estos derechos después de 2015, en lugar de su supresión progresiva, con motivo de la votación del informe sobre el futuro de la PAC en el mes de mayo pasado.