Animales identificados
En base a la preocupación por la trazabilidad y la transparencia, el ganadero matricula sus animales, desde su nacimiento, con una anilla de identificación colocada en una de las patas del animal. La identificación se realiza por lotes en los trámites clásicos o individualmente en los trámites bajo una marca . Todos los animales de la cría (polluelos o adultos) también se catalogan en una ficha de cría.
Esta ficha de cría permite asegurar la trazabilidad del lote, indicando la incubadora de origen (padres), la fábrica donde se han producido los alimentos, la cantidad y la naturaleza de la alimentación, los tratamientos veterinarios, etc. Se utiliza y se completa por el criador, los técnicos y los veterinarios y se controla por los servicios oficiales franceses antes de la matanza.
Además, para permitir el control de la calidad de la “materia prima” que constituyen los animales vivos a nivel del matadero, la reglamentación comunitaria previene la circulación de una información sobre la cadena alimenticia (ICA). Se realizan informes de una parte de las informaciones de la ficha de cría que aseguran la trazabilidad del lote.
Higiene y vigilancia sanitaria constantes
En la cría de aves de corral, se investigan particularmente ciertos agentes patógenos en la medida que su ingestión, en el caso del hombre puede engendrar infecciones tóxicas alimenticias: Salmonella enteridis, Salmonella typhimurium, o la bacteria Campylobacter spp de las cuales el ave es la principal reserva.
Para prevenir todos los riesgos, las buenas prácticas de higiene, de saneamiento y de limpieza se mantienen en vigor en las explotaciones francesas. La profesión unida a los poderes públicos definen las normas de saneamiento, que controlan regularmente, a través de los servicios veterinarios, las crías y las aves de corral.
Antes de la llegada de cada nueva bandada de polluelos, los edificios y todo el material de cría se limpian y desinfectan totalmente (mediante termonebulización), que permiten la desaparición total de microorganismos eventuales.
Los suelos se recubren de un lecho de paja triturada o de virutas, que se conserva seco y cómodo para preservar permanentemente una atmósfera sana y la mejor calidad de higiene.
Las reglas de higiene para entrar en los edificios son particularmente estrictas. Se trata especialmente del caso de los incubadores: ducha completa y cambio de ropa en cada entrada y salida del edificio.
Se realizan autocontroles por los criadores, para comprobar la eficacia de su método de desinfección.
Los tratamientos evitan las infecciones y las vacunas se efectúan regularmente según los consejos de los veterinarios. Todas las administraciones de medicamentos se registran, las pruebas de intervención están disponibles a petición de los poderes públicos.
Finalmente, los antibióticos siempre están sometidos a prescripción médica. Se conservan las recetas que sirven para su expedición. Los criadores tienen la obligación de respetar un periodo de recuperación asegurando que el animal elimina toalmente cualquier residuo antes de su puesta en el mercado.
Una alimentación sana y segura
La mayoría de las aves de corral francesas se benefician de una alimentación 100% vegetal, mineral y vitamínica (de 60 a 70% de cereales, de 30 a 40% de fuentes proteicas como soja o guisantes y de 1 a 2% de vitaminas minerales). Igualmente, se dan productos lecheros a ciertas aves de corral de calidad superior bajo marcas. Pero no se les administra ninguna harina animal (prohibición de noviembre de 2000).
La alimentación es objeto de una vigilancia minuciosa y constante por parte de los criadores. Se establece un plan de alimentación y de fórmulas de alimentos, que cambian en función de tipos de aves de corral, de la edad de los animales o de estación, para garantizar la aportación más adaptada.
No se autoriza ni utiliza ninguna hormona de crecimiento, cualquiera que sea el estado de crecimiento de los animales y bajo cualquier presentación que sea (alimento, bebida, inyección). La composición de la alimentación así como las materias primas de los alimentos son controlados por los servicios veterinarios.
El bienestar animal respetado
El bienestar de los animales de cría es una condición sine qua non de la calidad de la carne comercializada. Además los criadores comparten con sus animales la vida cotidiana y vigilan su comodidad (alimentación, infraestructuras, condición del ambiente…).
Los edificios aseguran una iluminación de una duración e intensidad apropiadas. Están equipados con sistemas de ventilación y de calefacción que permiten una renovación del volumen de aire, un buen nivel de humedad relativa y el control de una temperatura adecuada y adaptada a la edad de los animales.
Todas las aves de corral francesas se crían en suelo y no en jaula, en edificios con condiciones de higiene controladas, donde disponen del espacio necesario para circular libremente. Las aves de corral en granja Label Rouge y descendientes de la agricultura biológica tienen acceso, por otra parte, a espacios al aire libre siempre que el plumaje lo permita.
Las aves de corral tienen acceso constante a agua fresca y a alimentos que contribuyen a un crecimiento armonioso. Las condiciones y parámetros de cría se optimizan para obtener la mejor calidad posible. Las condiciones de transporte de los animales hasta la matanza son cada vez más controladas (distancias limitadas, espacio y ventilación suficientes…). Fuente: SOPEXA
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