En junio y julio de 2009, en la región griega del Peloponeso se detectó la muerte súbita de abejas adultas. Científicos del Instituto griego de Investigación Veterinaria, junto con colegas italianos y británicos, llevaron a cabo una investigación, analizando muestras de las colonias afectadas para la detección de pesticidas y patógenos.
Las abejas dieron positivo a Varroa destructor, Nosema ceranae, Virus de la parálisis crónica de las abejas (CBPV), virus de la parálisis aguda (ABPV), virus de las alas deformadas (DWV), Virus de la Cría Saciforme (SBV) y virus de la realera negra (BQCV), pero negativo a Acarapis woodi. El analisis químico reveló que las muestras fueron negativas a amitraz, tiametoxan, clotianidina y acetamiprid, si bien algunas muestras estuvieron contaminadas con imidacloprid en concentraciones entre 14 ng/g y 39 ng/g.
Los investigadores consideran que es difícil determinar una causa única de la infección de las abejas, con la presencia de varios patógenos y pesticidas, si bien consideran que la acción sinérgica de los virus y el N. ceranae es la causa más importante. No obstante, es precisa una mayor investigación en todas las regiones de Grecia.
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