Científicos de AgResearch, instituto de investigación de Nueva Zelanda, están trabajando en la mejora de un trébol blanco (Trifolium repens) que usado como pasto tenga la doble ventaja de proporcionar más proteína al animal y hacer que éste emita menos metano. Además, generaría otro beneficio, ya que reduciría los problemas de hinchazón en las vacas.
La clave está en que el trébol blanco tenga una adecuada concentración de “taninos condensados” en las hojas. Estos son un grupo complejo de compuestos químicos que son capaces de aglutinar y proteger las proteínas, evitando que sean degradadas en el estómago de los rumiantes. Sin embargo, en el trébol blanco solo existen trazas de estos compuestos y la hierba carece totalmente de los mismos.
Comparando mediante técnicas genéticas 250 tipos diferentes de trébol blanco, los investigadores han encontrado cual es el gen que aumenta los niveles de taninos condensados en el trébol blanco. El problema es que este gen está “apagado”. Están buscando una manera de “encenderlo”, con el fin de que aumente la concentración de tantitos condensados en las hojas del trébol.
La informacion es buena, pero es poca la informacion