Málaga 19 de noviembre de 2008. El cierre de la campaña de castaña ha sido desolador: la producción ha caído cerca de un 70%. Tal y como explica José Carlos Ruiz, técnico de ASAJA en Ronda, en el valle del Genal, para una superficie de unas 4.300 hectáreas y, en un año normal, la producción se acerca a los 5 millones de kilos. Este año apenas se ha llegado a dos.
Y, una vez más, la culpable de la bajada de la producción hay que buscarla en las alturas: la escasa lluvia en fechas claves, en las que el árbol necesita un aporte extraordinario en su última fase de maduración del fruto. Pero este año, la lluvia llegó tarde y en poca cantidad. Y cuando las precipitaciones comenzaron a caer de manera más abundante, a primeros del mes de octubre, no hicieron otra cosa más que perjudicar al fruto, “ya que el agua provocó el rajado de las castañas cuando ya estaban totalmente desarrolladas” añade el técnico de la asociación agraria. También existen otros factores que han impedido una buena campaña, como una baja polinización por exceso de humedad también en esa fase tan importante para el castaño.
A la escasez de lluvias hay que añadir las heladas que sufrieron los castaños en el mes de mayo, cuando se encontraban en plena floración. Y, por supuesto, “no podemos olvidar el déficit hídrico que arrastran estos árboles desde hace años”, lamenta José Carlos Ruiz.
La lectura positiva de la campaña es que, al menos, el fruto ha sido de buena calidad, a pesar de que los malagueños apenas hayan podido saborearlo: la campaña, además de escasa, ha sido muy corta. Comenzó a mediados de octubre y ha finalizado unos cuantos días antes de lo habitual.
En cuanto al precio, las noticias no han arrojado tampoco datos favorables. Las primeras castañas comenzaron a venderse a dos euros. Pero los beneficios pronto comenzaron a desmoronarse y terminaron por salir al mercado a un euro. “Ha sido un año para olvidar”, concluye el técnico de ASAJA.
A las vicisitudes a las que han tenido que hacer frente este año los agricultores hay que añadir el fuerte incremento de robos perpetrados en el campo malagueño, fundamentalmente en el término municipal de Igualeja, donde bandas de cacos han campado a sus anchas para sustraer grandes cantidades de este fruto del otoño.
Daños irreparables
Lo cierto es que los agricultores de la comarca de Ronda no están de suerte. Además de la mala campaña, han visto cómo muchos de sus árboles se han ido al traste por el temporal de levante que azotó la zona en octubre.
Según relata Rafael Cordero, técnico de ASAJA en la zona, las rachas de viento de más 125 kilómetros por hora arrasaron cientos de castaños, sobre todo, los situados en las zonas más altas de los montes. La superficie afectada ronda las 25 hectáreas, de las cuales, unas diez hectáreas han resultado totalmente destruidas. Más de una docena de árboles han sido tumbados desde sus raíces y también se han visto ejemplares centenarios rajados por la mitad. Otros muchos han sido desmochados.
ASAJA, ante la insistencia de muchos de los asociados afectados, solicita a la Administración competente que valore los daños y contemple la posibilidad de ofrecer ayudas.
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