El Consejo rector de la cooperativa láctea neocelandesa ha iniciado un proceso de consulta entres sus socios ganaderos para decidir si aprueban un proceso de reestructuración de la cooperativa. Dicho proceso supone dividir la actual estructura en dos partes. Por un lado estaría la Cooperativa Ganadera Fonterra, dedicada a la producción de leche, y por otro, la empresa Fonterra dedicada a la transformación de productos lácteos.

La Cooperativa Ganadera sería propiedad al 100% de los ganaderos. La nueva empresa sería propiedad de los ganaderos al 100% durante los dos primeros años, al cabo de los cuales saldría a bolsa. De esta empresa, un 65% de las acciones sería propiedad de la Cooperativa Ganadera, un 15% de las acciones serían propiedad directa de los ganaderos y un 20% sería acceso al público. Por tanto, al inicio de la salida a bolsa de la empresa, los socios ganaderos serían dueños de un 80% de ésta (un 65% a través de la cooperativa y un 15% a través de sus propias acciones).

Con este proceso de reestructuración, Fonterra espera cumplir tres objetivos: reducir el riesgo, permitir a los ganaderos la opción de invertir y aumentar el capital de base para poder crecer. Además, se podría introducir un mecanismo más transparente de fijación de precios.

Además, Fonterra ha acordado con el gobierno de Nueva Zelanda que promueva una legislación para asegurar que la mayoría de las acciones de la nueva empresa queden en manos de neocelandeses y para que el porcentaje de acciones de la Cooperativa Ganadera en la empresa Fonterra no baje de un 35%.

Fonterra está actualmente llevando a cabo unas 100 reuniones a lo largo de todo el país para explicar esta propuesta de cambio. El proceso de consulta con los ganaderos durará 2 años y se desarrollará en dos fases. En una primera fase, los ganaderos tendrán que votar si desean que la cooperativa Fonterra se separe en una cooperativa y en una empresa. Esta votación tendrá lugar en mayo próximo. Solo se podrá proceder al cambio si hay un 75% de los votos a favor. En esta primera fase, de salir adelante la votación, los ganaderos serán propietarios al 100%, tanto de la cooperativa como de la empresa.

En la segunda etapa, que tendrá lugar a los dos años, se votará la salida a bolsa de la empresa, para lo cual se necesitará un 75% de los votos. Si esta opción es adoptada, cada acción actual de Fonterra sería sustituida por dos, una de la cooperativa y otra de la empresa. Cada ganadero seguiría recibiendo el precio por la leche entregada más el correspondiente retorno cooperativo. Además, por sus acciones en Fonterra recibiría los correspondientes dividendos.