En relación al contexto del Protocolo de Kyoto y post-Kyoto, la Comisión Europea quiere apostar por el sector agrario como contribuyente nato en la reducción de emisión a la atmósfera de gases con efecto invernadero. El proyecto de investigación titulado Política de Incentivos a las Técnicas Agrarias enfocadas a la Mitigación del Cambio Climático (PICCMAT) (DG RTD/FP6), puesto en marcha en Enero de 2007, tiene como objetivo principal identificar las prácticas agrarias que reducen la emisión de gases con efecto invernadero y sugerir instrumentos de política agraria a todos los estados miembros y a sus políticos, destinados a apoyar los necesarios cambios que se han de realizar en la gestión del suelo. Diez organizaciones europeas, trabajando en colaboración con expertos de reconocido prestigio internacional en agricultura y medio ambiente, trabajarán conjuntamente durante dos años en este proyecto, cofinanciado por la Comisión Europea.
El cambio climático es una de las grandes preocupaciones de nuestra civilización moderna. Al igual que el resto de actividades humanas, la agricultura tiene un impacto claro sobre el clima, y como consecuencia de ello, debe buscar soluciones para mitigar su impacto. Habitualmente se estima que la agricultura es responsable del 9% de las emisiones de gases con efecto invernadero (GEIs). Además, la actividad agraria necesita energía proveniente de combustibles fósiles (para la maquinaria, los fertilizantes, los fitosanitarios, la producción, el calentamiento de los edificios, el procesado de productos, etc.), es emisora de metano (CH4) del suelo (por ejemplo en el proceso de secado de la turba o mediante el uso del agua en la producción de arroz), y también de óxido de nitrógeno (NO2). De manera global, la agricultura es la principal fuente de emisiones de óxido de nitrógeno y metano a la atmósfera, dos de los gases con efecto invernadero más importantes. Por otro lado, existe un gran potencial de mitigación del cambio climático en la agricultura a través de la fijación de carbono en el suelo.
Una de las prioridades de la estrategia de desarrollo rural de la Comisión Europea es el apoyo a las acciones destinadas a mitigar el cambio climático. Este hecho incluye acciones que favorezcan importantes cambios en el uso del suelo, como el cambio hacia cultivos para la obtención de biomasa, la reforestación o los planteamientos de cambios significativos en los modelos de producción ganadera.
Sin embargo, el desarrollo de prácticas agrarias pocosustanciales enfocadas a la optimización de la gestión del suelo, pueden tener un efecto positivo sobre el cambio climático. Esto incluye, por ejemplo, técnicas de laboreo mínimo o reducido, uso de cultivos de raíz profunda, diferentes tipos de retirada de tierras, conversión de tierras cultivables en zonas verdes (incluidos cultivos en franja), mejora de las rotaciones, cubiertas vegetales, mantenimiento de terrazas, etc. las medidas de pequeña escala que pueden ser aplicar a nivel de explotaciones individuales de forma general, centran el estudio del proyecto PICCMAT.
El proyecto PICCMAT, iniciado por la Comisión Europea a través del sexto programa marco de investigación y desarrollo tecnológico, está siendo desarrollado por un consorcio internacional de investigadores y organizaciones que abarcan diez países europeos. Después de la consulta de la bibliografía científica existente, los miembros del equipo calcularán la efectividad (viabilidad y coste-eficiencia) de la mitigación del cambio climático entre una serie de posibles cambios en las prácticas de gestión del suelo. Las opciones más prometedoras en cuanto a mitigación, serán testadas en campo mediante el desarrollo de seis estudios de caso en seis regiones agrícolas europeas con el objetivo de identificar las barreras potenciales que puede tener su implementación, así como los mejores incentivos que la Comisión puede proponer. Los distintos colaboradores en la elaboración del PICCMAT formularán posteriormente una serie de recomendaciones para su incorporación en la Política Agraria Común, focalizados en dos tipos de incentivos: los fondos destinados a medidas agroambientales (Reglamento de Desarrollo Rural) o la obligación de su implementación mediante un sistema de condicionalidad en el que los agricultores reciben la totalidad de sus ayudas solamente si cumplen determinados requisitos ambientales).
El proyecto es seguido muy de cerca tanto por parte de la Dirección General de Investigación de la Comisión Europea, como por un grupo consultivo formado por una serie de colaboradores, la DG de Agricultura de la Comisión, la DG de medio ambiente de la Comisión y por varios científicos. La colaboración de los distintos agentes implicados y la comunicación de los resultados de interés público, serán una pieza clave en el proyecto PICCMAT: los colaboradores, especialmente agricultores y organizaciones medioambientalistas, tendrán información puntual sobre el estado del proyecto. El público en general podrá consultar cualquier información al respecto en las publicaciones del proyecto, especialmente a través de la página web del proyecto
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