Sevilla, 18 de junio de 2007.- La sequía es para el sector agrario el problema más grave de cuantos se derivan del cambio climático, sin agua, no es posible la actividad agraria, por lo que agricultores y ganaderos viven pendientes del cielo. No obstante, en los últimos años, esta preocupación secular de agricultores y ganaderos ha cobrado un giro inesperado, los avances tecnológicos han permitido profundizar en las causas del cambio climático y en el planteamiento de las posibles soluciones, entre las que está, en primera línea, el propio sector agrario, que por su capacidad para capturar CO2 y para producir materias primas destinadas a la fabricación de los biocombustibles se constituye en el primer agente en la lucha contra el cambio climático. Esta es la base de la exposición del secretario general de ASAJA-Sevilla, Miguel Afán de Ribera, durante su intervención hoy en el Foro Internacional sobre la Sequía.
Afán de Ribera, que ha participado en la mesa redonda “El regadío. Situación de la agricultura en España”, ha destacado durante su intervención el papel estratégico de la agricultura en la búsqueda de un nuevo modelo energético que nos permita combatir el cambio climático.
Tal como ha recordado Afán de Ribera, “el crecimiento exponencial de la población y de sus necesidades energéticas ha llevado al colapso del modelo energético actual, apoyado fundamentalmente en la quema de los combustibles fósiles”. “Este modelo, con sus ingentes emisiones de CO2, ha sido el causante del calentamiento global del planeta, con todas las consecuencias que de ello se derivan: heladas, inundaciones y por supuesto sequías”.
Según puso de manifiesto Afán de Ribera, “hay un acuerdo unánime para cambiar este modelo y para superar definitivamente la era del petróleo, expertos y líderes mundiales apuestan por las energías limpias y renovables para reducir las emisiones de efecto invernadero, y en esa apuesta el sector agrario tiene un papel prioritario, puesto que los biocombustibles procedentes de la biomasa producida por el sector agrario y forestal son hoy en día la mejor alternativa al petróleo, y ya, en el sector del transporte de países como Brasil o Suecia, están plenamente implantados”.
Pero no es esta la única vía por la que la agricultura contribuye a minimizar el cambio climático, el secretario general de ASAJA-Sevilla reivindicó también la importante función en la captación de CO2 que desempeña la agricultura, y especialmente la agricultura de regadío, que como afirmó Afán de Ribera “constituye el principal sumidero de CO2 con que cuenta el planeta, así una hectárea de regadío es capaz de fijar 43 toneladas anuales de CO2, justo el doble de lo que puede fijar una hectárea de bosque”.
El secretario general de ASAJA-Sevilla recordó además que “el regadío español, que ocupa tan sólo el 13% de la superficie agraria útil, aporta casi el 60% de la producción final agraria, lo que sería por si mismo un criterio concluyente para apostar por este modelo de agricultura”, que en los últimos años se ha visto en peligro por la falta de agua, por lo que Afán de Ribera apostó por aplicar las nuevas tecnologías en la mejora de la oferta y construir desaladoras, depuradoras y eco-embalses allá donde sea posible.
Por último, el secretario general de ASAJA-Sevilla planteó la necesidad de incrementar la superficie de regadío también en los países en vías de desarrollo y profundizar en este modelo productivo con una visión global, pues es el único que permite alimentar a la creciente población mundial, satisfaciendo sus necesidades y preservando el desarrollo sostenible del planeta.
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