Varios estudios científicos han probado, que como media, las terneras producen una carne con una mayor variabilidad de su terneza y con una mayor probabilidad de que ésta sea más dura, que la de los terneros. La Universidad de Colorado (EEUU) ha realizado un informe, financiado por el Fondo Vacuno (Beef Check Off en inglés), con algunos consejos para atenuar este problema:
– Las terneras son más excitables que los terneros, por lo que es más probable que la carne presente problemas de calidad relacionadas con el estrés. Por este motivo, es recomendable tomar precauciones extra para evitar un manejo y un transporte agresivo.
– La carne procedente de terneras pierde la dureza con más lentitud durante el almacenamiento, por lo que requieren un mayor período de maduración post-mortem, que la carne procedente de terneros, para poder alcanzar el mismo grado de terneza. Según la información científica disponible, el período de maduración post-mortem recomendado para la carne de hembras tiene que ser de, al menos, 21 días.
Los otros consejos que incluye el informe son la utilización de implantes de promoción del crecimiento y la inclusión de acetato de melengestrol en las dietas de acabado. Sin embargo, éstas son medidas que no están permitidas en la UE, que eliminó la utilización de promotores del crecimiento en 1988.
Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.