Una adecuada alimentación de las cerdas durante la lactación es necesaria para maximizar la productividad de la cerda. La alimentación insuficiente conduce a una excesiva pérdida de masa corporal, reduciéndose la producción de leche y el crecimiento de la camada. El Prof. Mark Whitney, de la Universidad de Minnesota considera que es crucial que la cerda se encuentre en buen estado físico antes de la cubrición.
En un estudio realizado con 1.275 cerdas de Minnesota se observó que el riesgo de eliminar una cerda antes de su siguiente alumbramiento disminuía a medida que aumentaba la ingesta de alimentos durante las dos primeras semanas de lactación. La tasa de eliminación de cerdas descendió en un 11% por cada medio kilo que aumentaba la ingesta media diaria. Las cerdas que comían menos de 4 kg de pienso al día durante las dos primeras semanas de lactación, tenían una probabilidad un 27% mayor de ser eliminadas del rebaño.
El Prof. Whitney recomienda aplicar estrategias de alimentación durante la gestación, que aseguren una correcta condición corporal. Esto implica evaluar el peso y la condición corporal durante el inicio de la gestación e ir ajustando la ingesta progresivamente. De dos tercios a tres cuartos del total de las necesidades de energía son para mantenimiento, lo cual está directamente relacionado con el peso corporal, pero no con la condición corporal.
La cerda designará la energía para cumplir las necesidades de mantenimiento antes de adjudicarlas para fines reproductivos y de crecimiento. Por este motivo, no tomar en cuenta el peso de la cerda puede afectar negativamente a su desarrollo reproductivo. Es importante ajustar la ingesta de alimentos según la condición corporal, pero después de haber tenido en cuenta el peso corporal.
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