Según la Universidad de Urbana (Illinois, EEUU) el auge de la producción de bioetanol supondrá grandes cambios en el mercado de la alimentación animal, con efectos aun difíciles de prever, que podrían ser distintos según el tipo de ganadería.
Una mayor producción de bioetanol de maíz supondrá una mayor demanda y un mayor precio para el maíz, peor también una mayor producción del subproducto DDG, que se usa también en alimentación del ganado. El resultado podría ser beneficioso para los ganaderos de vacuno, tanto de leche como de carne, aunque perjudicial para los de porcino y aves, que podrían tener que deslocalizar su producción, tanto en Estados Unidos como en otros países.
El llamado DDG (Distiller´s Dried Grain) es una materia prima en la alimentación animal, cuyo uso está creciendo últimamente, a medida que se produce más cantidad de bioetanol. El DDG es el subproducto de esta destilación (hidrólisis seca de los cereales) y es Estados Unidos donde su producción está en gran aumento.
El DDG se emplea en la alimentación de todo tipo de animales, tanto rumiantes como monogástricos. Su composición es muy variable según la planta de producción y sustituye en los piensos a la harina de soja. Los DDG tienen, no obstante el problema de su alto contenido en fósforo y de posible contenido en micotoxinas, lo que hace que su uso potencial sea limitado, sobre todo en cerdos y aves.
Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.