La Autoridad Europea de Seguridad de los Alimentos (AESA) considera que la elevada variabilidad en el conteo de células somáticas en la leche de cabra, incluso en animales sanos, hace que éste no pueda utilizarse de indicador específico del riesgo de EET o del estado sanitario de la ubre.

La evaluación de riesgo ha analizado la información científica disponible sobre conteo de células somáticas en leche de cabra de animales con glándulas mamarias normales y de animales con glándulas mamarias con mastitis. La evaluación también ha considerado la existencia de infecciones lentivriales, dado que los lentivirus tales como el de la encefalitis-artritis caprina y el de Maedi-Visna pueden causar lesiones en las glándulas mamarias de los pequeños rumiantes.

Los expertos comunitarios señalan que la infectividad en la leche de los pequeños rumiantes no puede ser totalmente excluida. Sin embargo, indican que a la luz del actual conocimiento científico, la leche de pequeños rumiantes y sus derivados es improbable que presente riesgo de contaminación de EET si la leche procede animales sanos.