La entrada de los nuevos miembros en la UE ya está empezando a tener sus repercusiones. En Polonia, el precio del vacuno ha aumentado desde el pasado 1 de mayo. Tras la eliminación de las barreras arancelarias, los operadores de los antiguos miembros de la UE se han apresurado a adquirir carne en el mercado polaco, a precios un 60% más bajos que el del mercado de la UE.

Este importante aumento de la demanda ha ido aparejado de una subida de los precios del vacuno, que en este primer mes de adhesión ha provocado un aumento del orden de un 40% de los precios percibidos por los ganaderos. Esta subida se ha repercutido parcialmente al consumidor, provocando un aumento de la inflación.