En una misión que la Oficina Veterinaria y Alimentaria de la UE llevó a cabo en el otoño pasado en Irlanda se ha puesto de manifiesto una serie de deficiencias en relación con el programa de control de residuos en los productos animales en dicho país. Además, se han detectado problemas en el funcionamiento de los laboratorios y se han constatado retrasos en la obtención de los resultados, por lo que las autoridades no pueden asegurar que los controles se lleven a cabo de una forma uniforme.

En cuanto a los controles sobre la disponibilidad y distribución de los medicamentos veterinarios, con excepción de los controles en los molinos, no son suficientemente adecuados para proporcionar la seguridad requerida por la UE.