El instituto técnico de la remolacha de Francia (ITB) ha publicado una pequeña guía sobre las pérdidas de remolacha en el momento de su recolección y limpieza y la necesidad de llegar a un equilibrio entre una remolacha limpia y con las menores pérdidas posibles.
Las pérdidas de remolacha son de dos clases, debidas a la rotura de raíces, que hace que los trozos se queden en el suelo; y la de remolachas enteras que pasan a través del circuito de limpieza, desechándose como si fueran materia extraña.
Las pérdidas por rotura de las remolachas son poco visibles y tienden a ser minimizadas, pero son en general mucho más importantes (entre cuatro y cinco veces) que las pérdidas de remolacha enteras, que, por el contrario, tienden a ser sobreestimadas. Las remolachas se pueden partir tanto en el momento del arranque como en el circuito de limpieza, por una mala regulación de la profundidad del arranque, una velocidad de las máquinas demasiado elevada o una mala posición de las turbinas. Las pérdidas de remolacha entera depende principalmente de la altura de la rejillas y del espacio entre las barras.
En el documento del INRA vienen unas tablas y ejemplos para el cálculo de estas pérdidas y optimizarlas respeto a conseguir un buen equilibrio entre limpieza y pérdidas.
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