La superficie cultivada de patata de consumo en los cinco principales países del norte-oeste de Europa (Reino Unido, Alemania, Francia, Bélgica y Holanda) alcanzará las 595.587 ha, lo que supone un aumento del 1% en comparación con la campaña pasada, según datos de la NEPG (Asociación de productores de patata de los cinco países antes mencionados). La superficie británica  se basa en una media de los último 5 años.

En la producción de 2018, los rendimientos tendrán mucho más impacto que el superficie cultivada. La  NEPG considera que todavía es demasiado pronto para hacer estimaciones de rendimiento, pero que éstos estarán marcados por la sequía que ha afectado a estos países. La NEPG estima una sobreoferta en el mercado.

A mediados de julio comienza la cosecha de patata temprana en Renania (Alemania), seguida de
en Flandes (Bélgica). En Flandes, se han sembrado 2.670 hectáreas menos de patata temprana mientras que en Alemania la superficie sigue siendo la misma.

Ha habido ciertos problemas de emergencia. La NEPG recuerda que la patata de siembre fue cosechada tarde, de Dunkerque en Francia a Rüggen en Alemania, debido a las abundantes lluvias a finales de agosto y septiembre. Como consecuencia, hubo problemas de calidad en la semilla, que solo comenzaron a mostrarse en mayo de este año, después de la siembra. Este hecho, junto con los problemas de erosión y corrientes de lodo en mayo, y de sequía y de restricciones de riego podrían tener una verdadera influencia en la cosecha final.