El consumo de carne en general viene soportando desde hace años un continuado y preocupante proceso de reducción. En el periodo 2007-2018 el consumo total de carne en España se habría reducido en un 3,52%, si bien dicha reducción se habría centrado en el consumo de carnes frescas, refrigeradas o congeladas, mientras que habría crecido el consumo en elaborados cárnicos.

No obstante, en 2018, el único tipo de carne con un cierto crecimiento de su consumo ha sido la de porcino. El sector porcino de capa blanca aporta a los consumidores españoles el 43% de toda la proteína cárnica que ingieren a lo largo del año ( 30,3% de toda la carne fresca y el 82,30% de to12da la carne transformada).
Una de las principales ventajas competitivas del Sector Porcino de Capa Blanca Español es, sin lugar a dudas, la diversificación de su mercado interior, en el que junto a la comercialización de carnes y despojos frescos, congelados y refrigerados, al corte o envasados, convive una amplísima y potente gama de productos elaborados, de múltiples tipologías, formatos y presentaciones (curados, cocidos, conservas, etc.). Esta diversificada estructura de productos representa un sólido soporte de la sostenibilidad sectorial.
En el caso concreto de los productos elaborados, dicha pérdida de peso específico del porcino en la estructura general del consumo de productos cárnicos en España se produce en un contexto general de expansión del consumo de carnes transformadas (que, como se indicó antes, se habría incrementado en un 11,0% entre 2007 y 2018); sin embargo, en igual periodo, el consumo de elaborados derivados del cerdo de capa blanca (sin incluir ibérico ni aves) habría retrocedido un 2,91%
En muchas de las más importantes o más “tradicionales” líneas de productos elaborados derivados del cerdo blanco se observan retrocesos en los consumos de dichos productos, entre 2007 y 2018, aunque en algunas otras líneas se aprecian significativos crecimientos del consumo; indicando todo ello una evidente tendencia a la trasformación de la estructura global del consumo de elaborados.
Un factor importante en la evolución del consumo de carnes y elaborados del porcino en España ha sido la trasformación de las estructuras de distribución minorista; y muy especialmente la continuada reducción de las ventas a través de tiendas especializadas o tradicionales, en favor de la distribución organizada que en 2018 ya controlaba más del 65% de la distribución de carnes de porcino y más del 77% de la distribución de elaborados del porcino. La incorporación de nuevos formatos de distribución representa un importante reto/incertidumbre con indudable impacto en la estructura de consumo.
España es uno de los mayores consumidores de porcino de la UE-28, en la que en 2017 se registró un “Consumo per Cápita” promedio de 41,2 kgs./hab./año.
Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.