La canciller alemana Angela Merkel se ha reunido con las 4 principales cadenas de distribución para hablar del precio de los alimentos. Las empresas convocadas han sido Aldi, Lidl, Edeka y Rewe, que representan el 85% del mercado. También han tratado la gran concentración de los minoristas, lo que desequilibra las relaciones comerciales.

Merkel se ha mostrado en contra de los precios mínimos y de la intervención del gobierno en la fijación de precios. Se ha mostrado favorable a que los precios en el lineal no deberían presionar a la baja los precios del productor, siendo necesarias unas relaciones más justas entre todos los eslabones de la cadena.

Algunos medios de comunicación alemanes han dado la vuelta a las intenciones de la cancillera de mediar a favor del agricultor y le han acusado de querer que el consumidor pague más, cuando hace la compra.

Merkel se ha comprometido a que su Ministerio de Agricultura va a implementar la directiva comunitaria de competencia desleal. Hay países, que antes que se aprobara esta directiva, ya tenían su propia normativa al respecto, como la Ley de la Cadena Alimentaria en España o la Ley Egalim en Francia y sin embargo, tanto agricultores como industria en estos países se siguen quejando de las dificultades que tienen con la distribución.

Incluso, esta semana, el Ministro español de Agricultura, Luis Planas, ha planteado que una de las medidas que va a llevar a cabo, para dar respuesta a las continuas movilizaciones agrarias que se están realizando en el país, es entablar conversaciones con la distribución.  Ayer mantuvo el primer encuentro de su ronda de reuniones, que fue con los directivos de Carrefour España.

En Alemania, que es un país mucho menos agrario que España, la situación en la que se encuentran agricultores y ganaderos es suficientemente importante para que la Cancillera se dedique personalmente al mismo.