Un equipo del Instituto de Ciencias Agrarias (ICA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado que la cigarrilla Neophilaenus campestris, una de las tres especies capaz de propagar Xylella fastidiosa en Europa, puede desplazarse mucho más lejos de lo que se pensaba. Los individuos de esta especie observados por el grupo de investigación ‘Insectos vectores de patógenos de plantas’ fueron capaces de avanzar más de 2,4 km en 35 días desde olivares a pinares limítrofes, que utilizan como refugio durante los meses más cálidos del año.
Los resultados del estudio del CSIC ponen de manifiesto que el área de influencia de este insecto excede con creces la superficie establecida por la normativa europea (Decisión (UE) 2015/789) que fija el arranque de todas las plantas hospedadoras en un radio de 100 m de la planta infectada.

Los resultados del estudio ponen de manifiesto que esta medida comunitaria es arbitraria y que hay que centrarse en otras medidas de control del vector de propagación, dado que la erradicación de plantas en superficies más extensas no es viable, según Alberto Fereres, jefe del grupo de investigación.
Los investigadores del CSIC confían en que el hallazgo sirva para reducir la eliminación de árboles en riesgo, una medida establecida por la UE que causa daños al medio ambiente y cuantiosas pérdidas a muchos agricultores
De hecho, la Comisión Europea ultima un importante cambio en sus normas de lucha contra Xylella fastidiosa: reducir el área de erradicación de 100 a 50 metros en torno a un árbol infectado y permitir replantar especies arbóreas en zonas afectadas que lleven dos años libres del patógeno. Esta modificación reducirá las pérdidas de los agricultores y disminuirá en un 75% la superficie afectada.
100 años causando daños
Aunque su llegada a Europa es relativamente reciente, la bacteria lleva más de 100 años provocando grandes daños a las viñas del estado norteamericano de California.
Fue detectada por primera vez en Europa en el año 2013. El patógeno, para el que no existe cura, obligó entonces a arrancar más de un millón de olivos en la región italiana de Apulia. Desde aquel brote, ha ido extendiéndose por el litoral mediterráneo y ha alcanzado nuestro país, donde ha provocado importantes daños en cultivos de las islas Baleares (almendros, viñas, olivos y acebuches) y Alicante (almendros).
La bacteria no se propaga por sí sola, sino a través de un grupo de insectos conocidos popularmente como cigarrillas, muy frecuentes en nuestro continente, pero poco estudiados. Los insectos de las especies Philaenus spumarius, Philaenus italosignus y Neophilaenus campestris son las únicas con capacidad demostrada para transmitir la bacteria en Europa.
El estudio sobre el comportamiento de la cigarrilla Neophilaenus campestris ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (AGL2017-89604-R) y es parte de la tesis doctoral de Clara Lago.
Referencia científica: Lago, C., M. Morente, De las Heras-Bravo D., A Marti Campoy, Rodrigez-Ballester F., M. Plaza, A. Moreno, y A. Fereres. «Dispersal ability of Neophilaenus campestris, a vector of Xylella fastidiosa, from olive groves to over-summering hosts». bioRxiv, 2020. https://doi.org/10.1101/2020.03.17.995266).
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