Pascual ha presentado un procedimiento de despido colectivo que afectará a alrededor de 200 trabajadores, principalmente de su distribuidora, Qualianza, y en menor alcance al área industrial y de servicios centrales.
Para la compañía se trata de una medida necesaria, que responde a un análisis pormenorizado de los perfiles, procesos y puestos que la compañía necesita para hacer frente desde ya a este nuevo mercado, sometido a una rápida evolución, acelerada en los últimos tiempos, por aspectos tales como la omnicanalidad, la transformación digital, la industria 4.0, la automatización de los procesos o los nuevos modelos relacionales con clientes y consumidores.
Esta decisión ha sido ya comunicada a los representantes de los trabajadores y a los propios trabajadores, con objeto de que puedan iniciarse las conversaciones para alcanzar un acuerdo que satisfaga los intereses de todas las partes.

Pascual ha anunciado que está abordando con especial sensibilidad este proceso de ajuste, que alcanzará al menor número posible de personas. Así lo ha hecho saber la dirección a los representantes de los trabajadores, poniendo de manifiesto que estudiará las condiciones más adecuadas para que este inevitable proceso tenga el menor impacto social posible. Pascual considera imprescindible ajustar sus sistemas de producción, gestión y distribución a la realidad del mercado para afrontar nuevos proyectos de futuro. Pese a esta operación, se mantiene inalterable el compromiso de la compañía con la estabilidad del empleo y la sostenibilidad del proyecto empresarial.
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