El Comité Nacional del Transporte por Carretera ha convocado una paro general para los días 20, 21 y 22 de diciembre ante la grave situación económica que atraviesan las empresas transportistas y la falta de respuesta del Gobierno. Los principales sindicatos de clase de España, UGT y CCOO no apoyan la convocatoria.
El sector de Carreteras, Urbanos y Logística de FeSMC-UGT Castilla y León considera que no se trata de una huelga convocada por los trabajadores asalariados, sino de un paro patronal convocado por las empresas. Algunas de las reivindicaciones que plantean las empresas para convocar este paro son el elevado precio de los combustibles, la más que posible implantación de la llamada Euroviñeta, la aplicación obligatoria de la cláusula de revisión del coste del combustible y, de paso, para crear confusión aprovechan para incluir el problema de las cargas y descargas de los vehículos por parte de los conductores, así como la construcción de áreas de descanso seguras para los profesionales, señalan desde FeSMC-UGT.
Para la organización, esta convocatoria, efectuada “curiosamente” para lunes, martes y miércoles no es más que una “pantomima” ya que los vehículos que hagan Transporte Internacional saldrán de viaje el sábado o el domingo; los conductores de Transporte Nacional aprovecharán el fin de semana para trabajar a destajo y dejar llenos todas las estanterías de almacenes y demás. Por lo tanto, han señalado desde el sindicato que “se trata simplemente de asustar ya que tendrá una mínima repercusión en el abastecimiento de materias·
El sector de Carretera y Logística de FSC-CCOO tampoco secunda el paro, ya que lo considera un cierre patronal y no una huelga. Consideran que existen problemas graves en el sector que afectan a las condiciones de trabajo del personal conductor que venimos denunciando reiteradamente y en las que coincidimos como:
- La obligación de la carga y descarga de las que debe quedar exento el personal conductor.
- La necesidad de construir áreas de descanso seguras.
- La falta de reconocimiento social a un trabajo esencial.
- El trato degradante e inhumano en las condiciones en las que realizan su trabajo.
- La falta de relevo generacional.
Pero son las propias empresas en primera persona las que han causado algunos de estos problemas y las que han llevado a la profesión a esta situación de precariedad y penosidad.
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