Las últimas declaraciones realizadas por Christian Gortázar, experto en Tuberculosis, encienden aún más al sector cansado de ser siempre el que paga las consecuencias de la aplicación de unas medidas sanitarias poco acertadas, han denunciado desde la Asociación de Ganaderos 19 de abril.
Se sigue hablando de un problema de Tuberculosis en la zona de Vitigudino, pero lo cierto es que la prevalencia se ha disparado por encima del 5% también en Béjar y ha aumentado en todas las Unidades donde está el mayor censo de ganado bovino y donde se ubican las explotaciones como Guijuelo, Lumbrales, Salamanca, Tamames, La Fuente de San Esteban y Ledesma. En estas dos últimas, por encima del 3%.
Desde la Asociación son totalmente conscientes de que existe un problema de Tuberculosis, pero también de que la política sanitaria que se está llevando a cabo no funciona. No es cierto que el problema de la zona de Vitigudino sea porque el ganadero mueve sus vacas de prado a prado. En esta zona, los mayores problemas se encuentran en fincas grandes que no hacen movimientos.
Hubo un compromiso para estudiar la prevalencia en la fauna silvestre con la toma de muestras de piezas abatidas. En muchos casos no se han recogido y el estudio tampoco se está haciendo. Llevamos muchos años quejándonos de la empresa que realiza la campaña de saneamiento, con veterinarios con poca experiencia que van y vienen, por las condiciones de laborales y el bajo salario, y equipos que tiene hasta un auxiliar.
La Asociación destaca que las medidas de bioseguridad para nada son la panacea, lo comparan a » matar moscas a cañonazos». Se trata de ganado extensivo que vive al aire libre, las vacas no se encierran por las noches, y no se les da de comer en naves. Es ganado que convive con jabalíes y tejones. La aplicación de medidas de bioseguridad es poco viable en su zona, pero a mayores, suponen un elevadísimo coste económico que en ningún caso debería asumir el ganadero.
Señalan su cansancio de sacrificar y sacrificar para seguir igual, o peor, porque los datos cada vez son más preocupantes y la fauna seguirá interfiriendo en la propagación de la enfermedad. Recuerdan que están en una situación que no les lleva a ningún lugar, similar a la de hace años con la brucelosis.
El sector está unido y habrá que decidir qué hacer. Desde la Asociación llevan mucho tiempo diciendo que son necesarias otras medidas, que no se puede hablar de erradicación sino de control y que la única forma para ello sería una vacuna marcada que no interfiera en el diagnóstico. Si Irlanda está trabajando en ella, ¿por qué aquí no?. «Se está jugando con nuestra forma de vida, nuestro sustento y la rentabilidad de nuestras familias», concluye la Asociación.
El que decide está en un sillón con buen aire acondicionado, buena secretaria, llega a las 9:30 a sentarse se levanta a las 11 a descansar tomar café, vuelve a las 12 a sentarse y a la 13;30 se escapa de aperitivo, así días y días, años y años. Que va a solucionar que va a pensar.
Lo primero el que quiera tener jabalíes corzos ciervos y su puta madre en su finca, que lo alambre bien. Incluida la Administración.
Y los lobitos igual, o estos mejor que se los lleven a sus jardines con la familia.
Pero que vamos a pedir empezando por la ministra Teresita Ribera…..