Ayer se celebró una reunión del grupo de trabajo del seguro de la cereza en la que participaron representantes de Enesa, Agroseguro y las comunidades autónomas.

UPA-UCE denuncian la falta de respuestas por parte del seguro de cereza a la situación calamitosa por la que atraviesa el cultivo por segundo año consecutivo, enfrentándose a una reducción muy importante de la cosecha en esta campaña y que supone la pérdida de más del 40% de la producción por las lluvias de mayo y junio. Las modificaciones que se hicieron el año pasado en el seguro, en contra del criterio del sector, empeoraron las condiciones de contratación y subieron su coste.

“Esto ha traído como consecuencia que la contratación se mantenga estancada, ocasionando que en esta campaña la superficie asegurada apenas suponga el 14% del total. Además, va a suponer unas indemnizaciones más bajas para los asegurados por el empeoramiento de las condiciones”, señalan desde la organización.

Unión de Uniones insta a ENESA a que se definan cuanto antes los criterios que entrarían a definir los daños por cambio climático y se pongan en marcha de manera inmediata las compensaciones. Asimismo, propone que se modifique la figura del Asegurado de Alta y Reiterada Siniestralidad de alguna manera. “Si se quiere expulsar del sistema a los agricultores que aseguran porque tienen siniestros con más frecuencia, – que de hecho se pierden los que tienen mayor calidad porque cuando llueve se destroza la cereza más gorda normalmente -¿qué sentido tiene el seguro? ¿Cubrir a quién no tiene pérdidas?, denuncian desde UdeU.

Igualmente, en lo referido al módulo 3C, de riesgos por explotación y riesgos por la parcela, propone una revisión profunda dado que para el agricultor no tiene interés, es fuente de fraude y en las en las campañas que se contrató este módulo, se hizo incluso después de ocurrir algún tipo de siniestro, de pedrisco y de helada.