Los cambios en los hábitos alimentarios y el envejecimiento de la población están detrás del aumento de las infecciones graves por Listeria en Europa, según el último informe sobre zoonosis elaborado en el marco del enfoque «Una sola salud» por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC).

Cada año, miles de personas enferman tras consumir alimentos contaminados; huevos, carne y productos listos para el consumo siguen entre las fuentes de infección más frecuentes. Pese al elevado nivel de las normas de seguridad alimentaria en la UE, las enfermedades transmitidas por los alimentos continúan afectando a personas de todas las edades, especialmente a los grupos más vulnerables, cuando muchas de estas infecciones podrían evitarse.
Listeria, una infección poco frecuente pero muy grave
En 2024, la listeriosis fue la infección transmitida por los alimentos con mayor proporción de hospitalizaciones y muertes notificadas en la Unión Europea. Según el informe, aproximadamente 7 de cada 10 personas infectadas tuvieron que ser hospitalizadas y 1 de cada 12 falleció, cifras que situan a Listeria como una de las amenazas alimentarias más graves que se vigilan en Europa.
La tendencia al alza observada en los últimos años se explica por varios factores combinados: el envejecimiento de la población europea, el aumento del consumo de alimentos listos para el consumo y las prácticas inadecuadas de manipulación y almacenamiento en el hogar. Este contexto explica en parte por qué las infecciones graves por Listeria en Europa han ganado peso en los sistemas de vigilancia en comparación con otras zoonosis.
En el caso de los alimentos listos para el consumo, el informe subraya que los niveles de contaminación siguen siendo muy bajos en la mayoría de las categorías. Los últimos datos sobre Listeria monocytogenes muestran que la proporción de muestras que superaban los límites europeos de seguridad alimentaria se situó entre el 0 % y el 3 % en todos los productos analizados, siendo las salchichas fermentadas los productos en los que se detectó con mayor frecuencia la presencia de la bacteria.
Desde el ECDC se recuerda que, aunque la contaminación es poco habitual, Listeria puede causar cuadros muy graves, especialmente en personas mayores, mujeres embarazadas o personas con el sistema inmunitario debilitado. Proteger a estos grupos requiere una vigilancia estrecha, procesos de producción seguros y la aplicación de medidas básicas de prevención en el hogar, como respetar la cadena de frío y las fechas de caducidad.
Campylobacter y Salmonella continúan siendo las más frecuentes
Mientras Listeria concentra el mayor riesgo de enfermedad grave, Campylobacter y Salmonella se mantienen como las causas más habituales de enfermedades transmitidas por los alimentos en Europa. La carne de aves de corral y los huevos siguen siendo fuentes importantes de infección para estos patógenos.
Los datos procedentes del sector animal muestran, además, un incremento significativo en la última década del número de bandadas de pollos reproductores y pavos que han dado positivo en Salmonella. El informe recalca que el control de estas bacterias en la producción primaria y en el resto de la cadena alimentaria es esencial para reducir el número de casos en humanos.
Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, un número importante de países de la UE no ha alcanzado todos los objetivos de reducción de Salmonella fijados para las aves de corral, y solo 14 Estados miembros han cumplido plenamente estos objetivos. Para la EFSA, esta situación refleja que la lucha contra las bacterias transmitidas por los alimentos exige esfuerzos continuos y una coordinación sostenida entre los distintos sectores implicados, en línea con el enfoque «Una sola salud».
El informe destaca también el papel de herramientas de vigilancia mejoradas, como la secuenciación del genoma completo, que permiten detectar e investigar los brotes de forma más eficaz. Esta tecnología facilita relacionar casos humanos con fuentes alimentarias concretas y coordinar mejor las actuaciones a lo largo de toda la cadena.
La mayoría de las enfermedades transmitidas por alimentos se pueden prevenir
Pese a la presencia de estos patógenos, la mayoría de las enfermedades transmitidas por los alimentos pueden prevenirse mediante buenas prácticas de higiene y manipulación en la cocina. El informe recuerda varias recomendaciones básicas para reducir el riesgo de infección:
- Mantener el frigorífico a una temperatura igual o inferior a 5 °C.
- Consumir los alimentos, incluidos los productos listos para el consumo, antes de su fecha de caducidad.
- Cocinar bien los alimentos, especialmente la carne y las aves, asegurando que alcancen temperaturas adecuadas en el interior.
- Lavarse las manos y limpiar cuidadosamente cuchillos, tablas y superficies después de manipular alimentos crudos.
- Separar los alimentos ya cocinados de los productos crudos para evitar contaminaciones cruzadas.



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