La varroasis está presente prácticamente en todos los países productores de miel, siendo en muchos considerada ya como una enfermedad endémica. No obstante, todavía quedan reductos, con un número importante de colmenas, donde no ha llegado. Tal es el caso de Australia y la Isla Sur de Nueva Zelanda. Sin embargo, actualmente, se sospecha de la presencia del ácaro en la Isla Sur de Nueva Zelanda.

Este país se había mantenido íntegramente libre de varroa hasta el año 2000, fecha en la que la Isla Norte de su territorio se infectó. Desde entonces se han intentado establecer estrictos controles para evitar la infección de la Isla Sur. Sin embargo, parece que estas medidas no han tenido éxito pues se sospecha la presencia del ácaro Varroa destructor. Si se confirma la misma, el Ministerio de Agricultura neocelandés valorará si es posible su erradicación.