España se va a adherir a la declaración que presentarán Portugal y Eslovaquia en el próximo Consejo de Agricultura de la UE,  sobre el etiquetado de origen de las mezclas de miel.

Así lo ha avanzado el Ministro de Agricultura, Luis Planas, que considera que supondría una revalorización del trabajo de los apicultores y una medida de clarificación para los consumidores para que sepan exactamente de dónde procede la miel que consumen.

El Consejero de Agricultura de Castilla y León, Jesús Julio Carnero, ha señalado que el etiquetado de las mezclas no aporta información de origen clara y perjudica al sector productor. Castilla y León apoya cualquier iniciativa que aclare el origen de la miel y pide que se incluyan en la etiqueta los diferentes orígenes diferenciados y el porcentaje de la mezcla de esas mieles por países.

El Consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, Franciso Martínez Arroyo, defiendo la posición de los apicultores de garantizar una mayor información a los consumidores de miel a través del etiquetado. Aboga por que exista una armonización de la normativa europea y que se exija que en el etiquetado de la miel figure de manera expresa la procedencia del producto y, si es de varios países, todos los países de los que proceden los productos y también con el porcentaje de cada país en el envase final.
 

La Directiva sobre la miel de 2001 impone la obligación de etiquetar el país de origen para la miel, sin embargo, en el caso de una mezcla de mieles cosechadas en más de un país, la miel podría etiquetarse como ‘mezcla de mieles de la UE’ o ‘mezcla de mieles de fuera de la UE’ o ‘mezcla de mieles de la UE y de fuera de la UE’.