El Copa-Cogeca ha expresado hoy su gran preocupación ante los nuevos informes que se han publicado con la evaluación de impacto del cambio de uso de las tierras sobre las emisiones de gases de efecto invernadero y en relación con la demanda de biocombustibles en 2020, advirtiendo de que contienen datos que no son fiables.

Los informes han sido encargados por la CE al Instituto Internacional de Investigación sobre Política Alimentaria (IFPRI)1 y al Centro conjunto de Investigación (CCI)2 . En una carta mandada a los Comisarios de la UE, Connie Hedegaard, Günther Oettinger y Dacian Ciolos, el Secretario general del Copa-Cogeca, Pekka Pesonen, les ha comunicado que el modelo del IFPRI que utiliza el estudio y el método del CCI se basan en toda una serie de incertidumbres y de datos inciertos. El análisis de los efectos de los cambios indirectos del uso de las tierras sigue siendo imposible de realizar debido a la ausencia de modelos y de datos apropiados. Por consiguiente, ha declarado, estos informes siguen siendo insuficientes para que pueda realizarse una evaluación de impacto de las opciones políticas de cara a la adopción de una propuesta legislativa de la UE en 2012.

El Sr Pesonen ha insistido en que los biocombustibles presentan numerosas ventajas en términos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, además de proporcionar puestos de trabajo en las zonas rurales de la UE. Por otra parte, también pueden producirse en la UE de manera sostenible, sin que ocasionen cambios indirectos en el uso de las tierras. La creciente producción de biocombustibles en la UE también sirve para que se relaje la presión ejercida en las tierras en los países extracomunitarios y se contribuya así a la lucha contra la deforestación de la selva tropical. El Copa-Cogeca asegura que si se tienen en cuenta los valores propuestos por el CCI en una propuesta legislativa, se aniquilarán las inversiones y los puestos de trabajo creados en las zonas rurales de la UE gracias al desarrollo del sector de los biocombustibles durante estos 20 últimos años, además de no propiciar la reducción de los cambios indeseables de los usos de las tierras en los países extracomunitarios.