El día 23 de marzo, los servicios veterinarios de Bulgaria sospecharon la presencia de fiebre aftosa en una explotación que contaba con un censo de 133 bovinos. Esta explotación estaba sometida a chequeos clínicos rutinarios debido al último foco y está situada en el municipio de Granichar, a 6 kilómetros del último foco y a tan sólo 3 kilómetros de la frontera con Turquía.

El día 24 de marzo, el Laboratorio Nacional de Referencia de Sofía confirmó el diagnóstico procediéndose, manera inmediata, a la implantación de todas las medidas de control establecidas en la normativa comunitaria, incluyéndose dos municipios en la zona de protección de 3 km alrededor del foco y ocho municipios en la zona de vigilancia que comprende un área de 10 km alrededor de la explotación afectada.

Se da la circunstancia que la explotación afectada ha sido sometida a una estrecha vigilancia sanitaria desde enero de 2011, realizándose chequeos clínicos y muestreos serológicos hasta en cinco ocasiones. Concretamente, el último muestreo con resultado negativo fue realizado el día 25 de febrero.