La Organización Mundial del Comercio (OMC) ayer emitió su dictamen en relación al conflicto de las hormonas en vacuno, que desde hace más de una década enfrenta a la UE con EEUU y Canadá. La OMC ha criticado, tanto a una parte como a la otra.
A EEUU y Canadá los ha culpado por extender unilateralmente sus sanciones a las exportaciones de la UE, impuestas con motivo de la prohibición de importar carne de vacuno con hormonas en el mercado comunitario.
A la UE le ha criticado que la revisión de su medida de prohibición, en base a una nueva evidencia científica, no era justificación suficiente para que EEUU y Canadá eliminaran las medidas de retorsión que venían aplicando.
Este dictamen tan salomónico ha dado pie a que ambas partes hayan proclamado que la OMC les ha dado la razón. Cuentan con 60 días para poder apelar la decisión de la OMC.
Este conflicto se inició en febrero de 1998, cuando el Órgano de Solución de Diferencias de la OMC (OSD) decidió que la prohibición en la UE de importar carne procedente de animales a los que se les hubiera suministrado promotores del crecimiento iba en contra de las normas de la OMC. Dado que la UE no levantó esta prohibición, EEUU y Canadá que eran los países demandantes, pudieron aplicar sanciones (de 74 millones de euros para EEUU y de 7 millones de euros para Canadá), a través del incremento de los aranceles de entrada en dichos países de ciertos productos comunitarios, como el queso de Roquefort y la mostaza de Dijon.
En octubre de 2003 entró en vigor una nueva Directiva en la UE, en la que mantiene la prohibición pero basándose en estudios científicos y en la opinión de un comité científico independiente. Dichos estudios se centraron en los riesgos derivados de los residuos de seis sustancias hormonales: 17 ß estradiol, testosterona, progesterona, acetato de trembolona, zeranol y acetato de melengestrol. Estos estudios indicaron que existen suficientes evidencias de la peligrosidad para la salud del 17 ß estradiol, y por tanto para su prohibición. En el caso del resto de las sustancias no había datos concluyentes por lo que se aconsejaba su prohibición provisional.
Después de la entrada en vigor de esta nueva Directiva, la UE solicitó el levantamiento de las sanciones, a lo que EEUU se negó argumentando falta de soporte científico e incompatibilidad con el acuerdo de medidas sanitarias y fitosanitarias (SPS) de la OMC de la nueva Directiva comunitaria.
En enero de 2005, la UE solicitó ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) que se constituyera un nuevo panel para resolver el conflicto de las hormonas con EEUU y Canadá.
Los informes de la OMC de los Grupos Especiales pueden consultarse en:
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