Las autoridades libanesas han informado de la reaparición de la fiebre aftosa en el país. El último caso se había producido en abril de 2007. La explotación afectada es de orientación lechera y está situada en Jabal Lubnan (Qusaibieh, Baabda). En la zona donde se encuentra la explotación no hay ninguna otra granja bovina, pero está rodeada por un bosque con especies silvestres susceptibles.

El motivo de la infección se cree que es por la entrada en la granja de dos nuevos animales, que habían sido comprados en un mercado local (provincia de Bekkaa) una semana antes de que aparecieran los primeros signos clínicos.