Los equipos de la Agencia de Seguridad Alimentaria y Económica (ASAE) de Portugal detectaron, en la zona de Lisboa y Valle del Tajo, (centro y norte del país), nueve locales donde se fabricaban biocidas para ser utilizados como medicamentos veterinarios. Estos productos estaban siendo fabricados y comercializados sin las correspondientes autorizaciones administrativas, según publica el Boletín Exterior del MAPA.

La operación de ASAE, realizada a instancias de la Dirección General de Veterinaria, incidió sobre once fabricantes y vendedores. Fueron aprehendidos 6.670 litros de biocidas, así como otras sustancias, valoradas en unos 20.000 euros.

Según un técnico de la Agencia, la utilización sin control veterinario de los biocidas, comporta un riesgo potencial para el hombre, ya que podrían no haberse suministrado las dosis correctas a los animales, de manera que las carnes puestas a la venta en el mercado tuvieran vestigios de antibióticos, con los riesgos de producir resistencias y alergias a los consumidores.

Los nueve infractores detectados que, o bien carecían de la licencia industrial, de la autorización de venta o no rotulaban esas sustancias peligrosas, podrían recibir sanciones de hasta 15.000 euros cada uno de ellos.