Los anuncios televisivos de productos alimentarios, más que informar y formar confunden a los espectadores, sobre todo a los niños, en lo que se refiere a la salubridad de los alimentos, según un estudio de la Universidad de Illinois (EEUU).

El estudio se ha realizado analizando diversos anuncios publicitarios, en los que mayoritariamente existían mensajes incompletos o engañosos. Cuanto más televisión ven los niños, menos son capaces de razonar sus elecciones alimentarias en base a argumentos nutricionales, debido precisamente a la confusión que crean los anuncios de alimentos.