La administración Trump parece que tiene intención de reducir el presupuesto destinado a su Departamento de Agricultura (USDA). El recorte barajado sería de un 21% en el presupuesto discrecional, por lo que éste se reduciría en 4.700 millones de dólares hasta los 17.900 millones. El presupuesto de agricultura de EEUU está dividido en una partida obligatoria y en otra discrecional.

Las reducciones recaerían mayoritariamente en el empleo público a nivel de los condados, en el programa de «Clean Water» para mejorar la calidad del agua y en el programa de ayuda alimentaria. Los recortes propuestos se detallan en el anteproyecto del presupuesto federal que la Casa Blanca emitió el pasado jueves.

Las reacciones no se han hecho esperar. El presidente del Comité de Agricultura del Congreso, Mike Conaway, considera que estos recortes llegan en el peor momento, ya que el sector agrario atraviesa una profunda crisis. En los pasados 4 años, los ingresos de los agricultores y ganaderos se han reducido a la mitad. Además, los recortes tendrían un importante impacto medioambiental, por lo que al programa Clean Water se refiere, y también graves repercusiones sociales, ya que son las personas más necesitadas, las que se benefician del programa de ayuda alimentaria.