El Secretario del Departamento de Agricultura de EEUU (USDA) Sonny Perdue, ha abierto el debate público sobre el Farm Bill 2018 a través de sus últimas intervenciones públicas que detallan más de 40 propuestas.  Éstas se pueden agrupar en nueve áreas: la productividad de las explotaciones agrarias; comercialización exterior de los productos agrícolas; programa de nutrición que asegure el acceso de alimentos de calidad a todos los consumidores; programas de marketing y de estabilidad de mercados; seguridad alimentaria y servicios de inspección; investigación, educación e innovación; desarrollo rural; medio ambiente; y gestión sostenible de los recursos naturales.

Hay tres aspectos sobre los que quiere incidir el nuevo Farm Bill: simplificación legislativa, modernización de las infraestructuras para la competitividad en la producción y comercialización y contar con una mano de obra adecuada.

Se espera una mayor dotación de recursos en los programas de conservación de la naturaleza, con especial insistencia en los programas de conservación de suelos, calidad del agua y adaptación y minimización de impactos a los fenómenos climáticos extremos cada vez más frecuentes como sequía, inundaciones, tornados o huracanes.

Se quiere que EE.UU. sea la vanguardia de la investigación científica agrícola. La biotecnología, los big-data, conocimiento del mercado o una mayor automatización serán impulsados para lograr una mayor competitividad. En cuanto a la mano de obra, la cuestión de la inmigración tiene que ser resuelto de manera que haga posible seguir realizando la actividad agraria.

También, una cuestión importante es la mejora de las infraestructuras  para poder llevar los productos agrarios hasta los mercados, las cuales están en muchos casos, obsoletas o mal dimensionadas. Para ello, se espera realizar un Plan de Infraestructuras con un presupuesto de 200.000 millones de dólares, según recoge el Boletín Exterior del Mapama.