Un estudio realizado en Sudáfrica concluye que los consumidores muestran mayor disposición a comprar alimentos modificados genéticamente (GM) cuando perciben beneficios personales tangibles, como precios más bajos y mayor vida útil de los productos. Los resultados, publicados en la revista Agriculture & Food Security, ofrecen nuevas perspectivas sobre cómo influyen las creencias de los consumidores en la adopción de transgénicos en países en desarrollo.

La investigación, llevada a cabo por la Universidad de Sudáfrica, se basó en entrevistas a 32 consumidores. El factor más determinante identificado fue la asequibilidad: varios participantes señalaron que optarían por estos productos si fueran más baratos, aludiendo a que el precio sería la principal motivación de compra. Otro aspecto destacado fue la vida útil, ya que los consumidores perciben que los transgénicos duran más tiempo y ayudan a reducir el desperdicio alimentario.

Aunque los alimentos modificados genéticamente pueden contribuir a enfrentar los retos de la seguridad alimentaria, los autores del estudio advierten que su aceptación depende de enfatizar los beneficios percibidos directamente por el consumidor. De acuerdo con el trabajo, el ahorro de costes y la reducción del deterioro son determinantes especialmente en hogares con limitaciones económicas.

El estudio también recomienda que los responsables políticos y la industria orienten la comunicación sobre los transgénicos hacia estas ventajas concretas, a la vez que atiendan las preocupaciones de la población sobre la salud, el medioambiente y la concentración del mercado de semillas.

El estudio, publicado en Agriculture & Food Security, ha sido realizado por investigadores de la Universidad de Sudáfrica. «Exploring consumer beliefs of genetically modified foods and their influence on food security in South Africa». Publicado en agosto 2025, volumen 14.