Varios meses de meses de negociaciones ha sido necesarios para que el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión Europea hayan alcanzado un acuerdo histórico sobre el denominado “paquete vino”, que incluye fondos y medidas concretas para afrontar la crisis del sector vitivinícola

Más flexibilidad y fondos en las crisis

El acuerdo introduce mayor flexibilidad para los viticultores de la UE en situaciones de crisis. En caso de desastres naturales graves, fenómenos meteorológicos extremos, brotes de enfermedades de las plantas o presencia de plagas, los productores dispondrán de un año adicional para plantar o replantar las vides afectadas con variedades de uva de vino.

Los negociadores han respaldado el uso de fondos de la UE para financiar el arranque de viñedos como medida de gestión de crisis. Además, el límite máximo de pago nacional destinado a la destilación de vino y a la cosecha en verde se fija en el 25 % de los fondos globales disponibles por Estado miembro, lo que refuerza la capacidad de los países para activar estas herramientas cuando el mercado lo requiera.

Nuevas reglas para vinos desalcoholizados y de alcohol reducido

El texto pactado aclara el uso de las menciones comerciales vinculadas al grado alcohólico. El término «sin alcohol», acompañado de la indicación «0,0 %», podrá utilizarse en los productos cuya graduación no supere el 0,05 % vol.

Para los vinos con un grado igual o superior al 0,5 % vol y al menos un 30 % inferior al de la categoría de vino correspondiente antes de la desalcoholización, la etiqueta deberá indicar «de alcohol reducido». Con esta distinción se pretende ofrecer más transparencia al consumidor y dar un marco jurídico claro a las elaboraciones de vinos desalcoholizados y parcialmente desalcoholizados que están ganando peso en el mercado europeo.

Enoturismo y promoción exterior con mayor cofinanciación

El acuerdo UE vino desalcoholizado se acompaña de un paquete de apoyo al enoturismo y a la promoción de vinos de calidad. Las organizaciones de productores que gestionan denominaciones de origen protegidas (DOP) e indicaciones geográficas protegidas (IGP) podrán recibir apoyo adicional para desarrollar iniciativas de enoturismo, con el objetivo de diversificar ingresos y reforzar el vínculo entre vino y territorio.

Las nuevas normas también refuerzan la financiación comunitaria para campañas de promoción de vinos europeos en terceros países. La UE podrá cofinanciar hasta el 60 % de los costes de medidas de información y promoción, como acciones publicitarias, eventos, ferias, exposiciones y estudios de mercado. Los Estados miembros podrán añadir hasta un 30 % adicional de cofinanciación para pequeñas y medianas empresas y hasta un 20 % para grandes empresas.

Los planes de promoción podrán financiarse durante un periodo de tres años, renovable dos veces por el mismo periodo, de modo que la duración máxima alcanzará los nueve años. Esta estabilidad pretende facilitar estrategias de promoción más sólidas y sostenidas en mercados clave fuera de la Unión Europea.

“Caja de herramientas” para salir de la crisis del vino

La ponente, Esther Herranz García (PPE, España) ha subrayado que el paquete acordado busca dotar al sector vitivinícola de instrumentos adicionales para hacer frente a la profunda crisis que atraviesa el mercado del vino en varios Estados miembros. Estas medidas deben contribuir a ajustar la oferta a la demanda, mejorar la resiliencia de las explotaciones ante el cambio climático y aprovechar mejor las oportunidades de los mercados internacionales, especialmente para los vinos con DOP e IGP.

Próximos pasos institucionales

El texto resultante de las negociaciones a tres bandas deberá ser ahora sometido a la aprobación formal del Parlamento Europeo y del Consejo. Una vez adoptado, las nuevas normas empezarán a aplicarse en los programas nacionales del sector vitivinícola, por lo que viticultores, cooperativas y bodegas deberán adaptar progresivamente sus estrategias de gestión de crisis, etiquetado, enoturismo y promoción a este nuevo marco comunitario.